Una tentadora propuesta by Natalie Anderson

Una tentadora propuesta by Natalie Anderson

autor:Natalie Anderson
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico
publicado: 2007-08-09T22:00:00+00:00


Capítulo 14

—Me muero de hambre.

Estaban sentados en la cocina. Ella se había puesto el vestido y él estaba en calzoncillos y camiseta.

—Y yo también. Tengo filetes en el congelador. También tengo patatas y puedo hacer una salsa con los champiñones.

—¿No tienes nada verde?

Ella arrugó la nariz.

—Tomates picados y un poco de lechuga.

—Eres una carnívora.

Emma sonrió.

—¿Y dónde te lo guardas?

Ella se encogió de hombros.

—Tengo un metabolismo rápido. Me gusta la carne.

Jake cortó las setas mientras Emma preparaba las patatas y la carne.

—¿Tienes algo de beber?

—Vino.

—¿De casa?

—Claro.

Llevaron fuera los platos y se sentaron de nuevo en el porche.

Jake había devorado medio filete cuando volvió a hablar.

—No puedo creerme que fueras virgen.

Emma tragó los alimentos.

—¿Por qué?

—Tienes veintiséis años.

—¿Y qué?

—¿No crees que es poco habitual hoy en día?

—No todas somos como conejas desde la edad de, ¿qué era, dieciséis?

Jake esbozó una sonrisa pícara.

—No me digas que nunca te ha gustado nadie. ¿En la universidad?

—¿Qué pasa con ella? Estaba tan ocupada que no tenía tiempo.

—¿Nunca fuiste a ninguna fiesta?

—Yo estudiaba. Si quieres ser la primera no vas a las fiestas.

—Emma, yo ni siquiera iba a la universidad, pero sí a las fiestas.

—¿Por qué no me sorprende?

—¿Y qué pasa con el hotel?

Emma, que estaba algo harta de aquella conversación, apartó el plato.

—A veces me piden salir, pero siempre son muy mayores. Casi siempre están casados.

Jake se echó a reír.

—Eres víctima de tu propio éxito.

—¿Qué quieres decir?

—Intimidas a los hombres de tu edad. Seguramente ganes más que la mayoría de ellos. Eres increíblemente eficiente y eres buena en tu trabajo. Los tienes a todos temblando, pero los hombres mayores aprecian tu valía.

Emma miró al techo. Sólo intentaba ser generoso con una situación patética.

—Tú no eres mucho mayor que yo. ¿No te sientes intimidado?

—Gano más que tú.

—¿Y si no fuera así?

Jake le guiñó un ojo.

—No me das miedo, Emma Delaney.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.